De sensibilidad a sensibilidad
La Reforma Educativa, que fue
calificada positivamente por el Congreso de la Unión en diciembre pasado, fue
puesta de inmediato, para su análisis y evaluación, en la mesa de los Congresos
estatales ya que significaba, y significa, una modificación a articulados de la
Constitución General de la República. Se requería la opinión favorable de
diecisiete Legislaturas, la mitad más una, para que dicha reforma se
convirtiera en un mandato constitucional. Por la importancia que reviste,
algunos Congresos locales del país se pusieron a trabajar ipso facto,
demostrando sensibilidad política y anteponiendo el interés general ante el
interés personal o de grupo. Se sabe que los gobernadores de esas entidades
también hicieron lo mismo acordando políticamente con los diputados locales de
su mismo color y con los de oposición, la aceptación de lo que el Ejecutivo
Federal presentó para devolverle al Estado mexicano el manejo de la política
educativa. Pero hay Congresos locales y con sus respectivos gobernadores, que
hicieron como que la "virgen les hablaba", que mostraron poca sensibilidad
y poco tacto. Después se quejan por lo que les pasa, sin preguntarse el porqué
les pasa lo que les pasa. Hoy se sabe, extraoficialmente, que un grupo de
diputados locales del Congreso de Baja California Sur presentó, cuando apenas
iban tres legislaturas con opinión favorable, iniciar la discusión para una
eventual aprobación de dicha reforma. No escucharon respuesta positiva. Bueno,
se dejo pasar el tiempo y, al aprobarse, ya eran diecisiete congresos en el
marcador político. La verdad ya no se necesitaba el voto del Congreso
sudcaliforniano. A propósito de sensibilidad política, la Suprema Corte de
Justicia de la Nación está enviando un mensaje contundente en el caso de la
francesa Florence Cassez. Los ministerios públicos y las policías tendrán que
hacer mejor su trabajo, sin armar teatros, presentar pruebas autenticas, contundentes
y sin afectar los derechos humanos. Hasta los criminales más sangrientos y
sádicos tienen derecho a lo elemental. Este país tiene que cambiar en el
aspecto de procuración de justicia.
Diálogo
Ayer se dio una feliz
coincidencia en la sesión semanal del Grupo Reflexión: el presidente del
Tribunal Superior de Justicia y los diputados del PRI, Juan Alberto Valdivia
Alvarado y Omar Zavala Agúndez. Estos dos últimos habían acudido al grupo para
dar una explicación sobre su ausencia en la última sesión. Pero el Grupo
Reflexión aprovechó la presencia de los tres para tocar temas como el arraigo,
los juicios orales, pifias y errores de la justicia, entre otros. Fue muy
aleccionador el diálogo que se estableció entre los legisladores y el
magistrado, con la entusiasta participación de casi todos los asistentes a la sesión.
Se le preguntó de todo y a todo respondieron, en un respetuoso, muy respetuoso,
intercambio de impresiones. Y salió una buena noticia para la ciudadanía: la creación,
a más tardar el año próximo, del Consejo de la Judicatura. Fue un magnífico espectáculo
ver discutir, analizar, profundizar en los asuntos relacionados con la impartición
de justicia, todo en un plano de altura, de respeto y de dignidad. Daniel Gallo
Rodríguez, presidente del Tribunal, escuchó y respondió en ese mismo plano de
respeto hacia los legisladores y a quienes les interrogaron sobre todos los
temas de justicia en Baja California Sur. Es un hombre prudente, muy interesado
en la impartición de justicia y con muchos proyectos para mejorar esa tan
importante labor jurídica. Ojalá que este intercambio respetuoso de impresiones
pudiéramos verlos en otros funcionarios que tienen relación con la procuración de
justicia. Es muy saludable que se repitan estos diálogos para mejorar, en todos
los aspectos, a Baja California Sur. Por cierto que este día a las 9 de la mañana,
Gallo Rodríguez expondrá su inmediato plan de trabajo, que permitirá agilitar
la Procuración de Justicia… Hasta mañana. Dios los bendiga a todos.
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