miércoles, 30 de enero de 2013

Blanco y Negro


Una lectora frecuente de este espacio me preguntó que si cuál es el baile predilecto de los perritos. Ante la falta de respuesta me dijo: el can-can.

También me aseguró que si aplicara el impuesto de Sonora en La Paz, se haría una buena recaudación por los burritos que hay en muchas dependencias.

Finalmente, me dijo que sería una magnífica idea que los diputados pagaran impuestos por cada mentira que echan.

Pudiera ser que el impuesto de aplicara por distritos electorales y que cada diputado registre el número de mentiras por el número de su distrito.

Así, por ejemplo, Omar Zavala tendría derecho a solamente cuatro mentiritas. Fregada la del primero.

No se si usted se habrá fijado en que los burócratas siempre piden aumento de salario pero nunca se comprometen a trabajar o a hacer mejor las cosas.

Dicen los que saben que no quedo ninguna duda del papel que hizo Rosa Delia como alcaldesa. Dudas, no. Deudas si, muchas.

A propósito de deudas qué cómodo resulta distraer fondos públicos en dólares y pagarlos en pesos y en abonos. Te hablan, Narciso.

La última de mi nieto Carlos Andrés. Cuando está de buenas y pregunto ¿dónde está mi viejo? Me responde: aquí toy. Y cuando está de malas me dice: no se.

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